Sesión 01. Estética y Filosofía de la Música II. Antigüedad griega I
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Obra de Andrea Hauer |
Sesión 01.II
Siempre es complicado pensar la primera frase de un curso,
sobre todo si el primer tema del curriculum es la Antigüedad Griega. Todos los
filósofos y filósofas se han acercado de una manera o de otra a esta época, en
lo académico, como estudiantes, es evidente, pero las reflexiones sobre el
presente les llevarán, nos llevará a ese comienzo del filosofar.
He escogido como filósofo, que dedicó parte de su tiempo a
los griegos, a Juan David García Bacca (1901-1992). Filósofo español-venezolano
exiliado y acogido, en México, Venezuela y Ecuador, como un gran maestro. Fue
reconocido como uno de los más importantes filósofos de origen español, olvidado
aquí para muchos, pero presente en su extensísima obra. Utilizaremos su libro Filosofía de la Música, como lectura de
lo que llama en el primer capítulo “MITOLOGÍA DE LA MÚSICA”. Analizaremos
brevísimamente su concepto de Música
Divina.
Según García Bacca, una música será divina, si posee las
siguientes cualidades:
- Procede de las diosas Musas.
- Los poetas oráculos están endiosados por ellas (Homero, Hesiodo,
Ion...)
- El público ve claro que están endiosados y son su enlace con lo
divino.
- Se da un acto de divinidad pasiva entre el público (auditorio) y el
oráculo (poeta). El lugar donde se encuentran (teatro) también está
divinizado.
- Esta atmósfera común de endiosamiento se da en actos sueltos,
delimitados.
Se da un campo magnético entre estos elementos: diosas, poetas,
rapsodas, oyentes. Para que se dé, hay que pedirlo y las diosas deben acceder o
no. No siempre los poetas van a enlazar con ellas, por lo tanto no es un
oficio, no se puede dar por hecho.
Analiza también esas obras llamadas divinas dividiéndolas en
siete características:
- Contenido.
- Letra, lengua.
- Énfasis: acentos, intensidades.
- Cantidad: larga, breve.
- Ritmo: organizador de cantidades.
- Hexámetro: unidad musical.
- Nomos: unidad normativa musical.
La lectura del segundo apartado del primer capítulo de su gran
obra Filosofía de la Música, versa sobre el análisis de cada una de
estas características. Recomiendo la lectura a los que queráis profundizar en
este tema. Pero citaremos lo que García Bacca reflexiona sobre el nomos,
un concepto ya estudiado el curso pasado pero que cobra, bajo la interpretación
de este filósofo, nuevas connotaciones:
Característica
(II.7): Nomos. Empleemos sin escrúpulos lingüísticos la palabra
(sustantivo) “Nomos”. Estamos usándola, bajo leve reforma, en vgr. autó-nomo.
astró-nomo... auto-nomía. astro-nomía... Nomos,
en esta fase histórico-vital de la Música, designaba “la unidad sonora máxima y
máximamente divina”. Así que normativa.
Por máxima, no se
la podía ampliar ni recortar; por máximamente divina, sus calidades sonoras
eran insuperables. Valía de Nomos lo que, según el texto aducido (Ión, l.c.),
se ponderaba del peán (alóv: Himno en honor de Apolo) de Tínico, el calcedonio:
que tal peán era “el más divino de todos los cantos”.
Ningún Nomos se ha
conservado. Era, o fue ¾dicho en terminología actual¾ algo así cual cantus firmus o cual la melodía
inicial de una secuencia, a rellenar ¾sin alterar su forma musical¾ de diversas estrofas. Casi cual tema de una fuga: del Arte
de la fuga, de Bach (cfr. Epitafio de Seikilos).
Fórmula musical
divina, por antonomasia, superior a la épica ¾divina aún. Si se componía de uno o más hexámetros ¾de tres tal vez, por número perfecto¾ lo que cantaban (decían) y el énfasis con que lo cantaban
y decían podía cantarse y ser dicho, mas no por rapsodas o en recitales
públicos ante veinte mil espectadores. Cantado y dicho, el Nomos pasaba
a secreto. A palabras de consagración ¾diríase ahora. Por las que se hacían divinas otras palabras,
frases, relatos, normas..., mas no quedaban tales palabras, frases, normas...
consagradas: Objetivadas, alienadas.
El nombre del
dios hebreo no se podía pronunciar; menos aún escribir. Simbólicamente se
escribía con solas consonantes que, por estructura, no son pronunciables.
¿No se ha
conservado ningún Nomos griego) por ser algo así cual nombre, palabra divina,
de pronunciación secreta? ¿Palabras, sentencias, normas de Pitagóricos?
El famoso número Ö2 era álogos,
αλογoz: in-pronunciable in-decible e in-pensable, por
honor a la Divinidad: al Logos. De este carácter “secreto”, algo queda en cantus firmus, en temas musicales de
canon, fuga, secuencias...
Para ampliar nuestras referencias sobre Homero, propondré la
lectura de son fragmentos de su Himno a
Hermes, texto seleccionado por Giovanni Comitti en la mítica colección
Turner de Historia de la Música, citaré aquí su texto de presentación a la obra
de Homero y la lectura la haremos desde los textos anexos a la sesión.
En el himno homérico a Hermes, dos son
los momentos en los cuales la música aparece en primer plano en la
narración mitológica: al comienzo (vv. 20-64), cuando Hermes, recién
nacido, fabrica la lira con el caparazón de la tortuga, y hacía la
conclusión (vv. 416-507), cuando el dios, con el regalo de la lira, aplaca el
resentimiento de Apolo, al cual él había sustraído con ingeniosos
artificios el rebaño de las cincuenta vacas. En el transcurso de la
narración, Hermes entona dos veces su canto, acompañándose con el nuevo
instrumento: éste canta las alabanzas de su estirpe y de su casa en un
poema improvisado: "así como los jóvenes en las fiestas, durante los
banquetes, se desafían con estrofas punzantes" (vv. 55-56); y narra luego,
en un cuadro de más largo aliento, el origen del cosmos y de los dioses,
de los cuales él reserva a Mnemosyne (la memoria), madre de las Musas,
el honor del primer rango (vv. 423-433). En los dos episodios se puede
advertir una referencia a dos géneros musicales muy comunes en la grecidad arcaica,
al canto simposial que haya sus argumentos en la ocasión de la fiesta, y al
himno en honor de los dioses, para el cual el cantor saca inspiración del
repertorio mitológico memorizado y confiado a la tradición oral. Son notables,
en el diálogo entre Hermes y Apolo, quien acepta de buen grado el regalo
de la lira, las alusiones a las ocasiones de la música y del canto --
el banquete, la danza, la fiesta--, a los efectos de la música sobre los
oyentes (con la música "es posible alcanzar las tres cosas juntas: la
alegría, el amor y el dulce sueño" y por último a la función
didascálica del canto mismo y a la profesionalidad del cantor: la lira
"enseña todo lo que es grato a la mente" cuando es tocada "con
mano ágil y delicada experiencia" por quien, "luego de un largo
estudio, la pone a prueba con arte y doctrina"
Terminaremos la sesión con la lectura de
la versión de Ovidio del mito de Orfeo y Eurídice y con el visionado de diferentes
representaciones plásticas sobre esta historia, que ya sabréis, ha sido
fundamental para la historia de la música escénica.
Por Nerea Rodríguez para
Estética y Filosofía de la Música II,
RCSMM.
Bibliografía
Bacca, J. D. (1990). Filosofía de
la Música. Barcelona: Anthropos.
Comotti, G. (1986). Hisroria de
la Música I. La Música en la cultura Griega y Romana. Madrid: Turner.