Sesión 04 Iconografía musical. Estética y Filosofía de la Música. Edad Media II

Obra de Andrea Hauer

Estética y Filosofía de la Música. Edad Media II

Iconografía musical

Sesión 04

Siempre se ha explicado el sonido del románico comparando las sólidas iglesias románicas con la austeridad del canto gregoriano. La ausencia de polifonía para explicar esos muros contundentes, esas líneas rectas que sobreviven al tiempo y a la civilización.

Es posible que el interior de las grandes iglesias románicas sonaran a gregoriano pero ¿y el exterior?. Qué tienen en común una máscara, un animal de dos cabezas, una escena itifálica, un músico tocando un arpa con cara de satisfacción y una adoración recatada.

Después de ver cientos de imágenes en los exteriores de iglesias románicas llegamos a la conclusión de que había mucha polifonía fuera de las iglesias, infinidad de voces y miradas que encontraban en esas imágenes el reflejo de un mundo entre la realidad y la ficción, entre la risa y el miedo, entre los habitantes de los territorios repoblados en el siglo XII. Las prisas en construir iglesias, a veces levantadas y decoradas por manos inexpertas, será quizás uno de los caminos para la ausencia de prejuicios. Quizás esta liberación del modelo, por incapacidad o por prisa o por un alarde de improvisación, ha hecho tan peculiar la decoración de estas pequeñas iglesias y ermitas.

Así que encontramos polifonía en sentido estético si levantamos un poco la vista y rebuscamos en los canecillos, capiteles y arquivoltas de este románico sencillo en apariencia pero que describe perfectamente una sociedad que usó la imagen para retratarse, para aprender y para reír. Es decir, utilizó la imagen para exactamente lo mismo que nosotros en pleno siglo XXI.

Nosotros utilizaremos esas imágenes para ir rellenando poco a poco los grandes huecos en nuestro conocimiento de la música medieval, conscientes de que muchas de estas imágenes no corresponden a escenas musicales reales y que la copia de copia tan frecuente en este tipo de románico, hace transformar la realidad de los modelos primigenios.

Estos modelos que se suponen dibujados para uso de los maestros canteros pueden a su vez tener un prototipo muy cercano al instrumento real, como podría ser el caso del pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, o copiarse de los instrumentos representados en  los Beatos de Liébana o dibujar de memoria, teniendo  una idea del instrumento más o menos general, pero sin entrar en detalle (Rodríguez 2013, 147-148).

Lo que vamos a presentar en esta brevísima introducción a la iconografía musical del medievo es el caso del conjunto que recibe el nombre de “Los veinticuatro ancianos del Apocalipsis”.

Según el Apocalipsis según San Juan:

Alrededor del trono había veinticuatro tronos, sobre los que estaban sentados veinticuatro ancianos vestidos de blanco y teniendo sobre sus cabezas coronas de oro... (Apocalipsis IV,4)

[...] y los veinticuatro ancianos cayeron delante del Cordero, cada cual con su cítara, y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los Santos. (Apocalipsis, V, 8)

Esto nos ha dejado una infinidad de representaciones de instrumentos, en su mayoría de cuerda, a lo largo de toda Europa. Veremos en los textos los ejemplos de la Catedral de Santiago en Santiago de Compostela y de la Iglesia de Santo Domingo de Soria.

Las referencias literarias han dotado a la iconografía medieval de la posibilidad de atribuir nombres a los instrumentos musicales representados en las fuentes figurativas. Así tenemos el ejemplo del Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita, escrito entre 1330 y 1343. Dejamos para su lectura una parte de uno de los capítulos donde se describe una procesión Don Amor. En este relato aparece una larga enumeración de personajes e instrumentos musicales cuyo uso ha sido fundamental dentro de la musicología.

Otras fuentes escritas serán los códices miniados. No podemos dejar de nombrar los comentarios al apocalipsis de San Juan que realizó el Beato de Liébana (siglo VIII), monje procedente de Liébana, Cantabria. Le siguieron muchos manuscritos de este tipo y reciben de forma genérica el término de los Beatos, siendo una veintena en total. En ellos podemos encontrar numerosos ejemplos de instrumentos musicales. Son trabajos que asombran por su colorido y fantasía.


Beato de Facundo, f°117v. La Gran Teofanía, Apoc. IV y V.


Burgo de Osma, Archivos de la Cathédrale, Ms 7 f° 139

El caso de los manuscritos de las Cantigas de Santa María, recopiladas por  Alfonso X, es una de las joyas más preciadas de nuestro patrimonio nacional. Tenemos a nuestra disposición los textos digitalizados desde la Biblioteca Nacional y desde la biblioteca del Monasterio de El Escorial. En el códice, llamado de los músicos, podemos ver la representación de decenas de instrumentos musicales y sus portadores. En el códice rico se usan páginas completas para describir la vida de la corte y las historias que cuentan las cantigas, los milagros de la Virgen María.

Dejo los enlaces para que puedas acceder a todo este magnífico material:

Códice de los músicos, Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial.

https://rbme.patrimonionacional.es/s/rbme/item/11338

Códice rico, Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial.

https://rbdigital.realbiblioteca.es/s/rbme/item/11337

No podemos dejar de citar una obra magnífica, también de nuestro patrimonio nacional, ahora ubicada en la Real Academia de Historia y procedente del Monasterio de Piedra (Zaragoza). Se trata de un tríptico relicario de 1330 que tiene representados a seis ángeles músicos. La belleza de las piezas y la importancia y pulcritud de los instrumentos representados hablarán por sí sola. La imagen es un montaje de los seis músicos:


Montaje de ángeles músicos. Tríptico relicario del Monasterio de Piedra


Por Nerea Rodríguez para Estética y Filosofía de la Música, RCSMM.


Bibliografía

Rodríguez Pérez, Nerea. «Eikón / Imago 2, no. 2.» 20 de 09 de 2013. https://doi.org/10.5209/eiko.73384. (último acceso: 29 de 10 de 2023).