Sesión 01 Estética y Filosofía de la Música I. Antigüedad Griega I

Obra de Andrea Hauer

Filosofía de la Música en la Antigüedad Griega

Sesión 01

Aunque pueda parecerlo, el título de este ensayo no es incorrecto. A pesar de que la asignatura en la que nos encontramos se llame Estética y Filosofía de la Música no podemos utilizar el término “Estética” en este periodo de la historia tal y como lo conocemos hoy. Etimológicamente procede de αisuhsiz, la capacidad de percibir por los sentidos. Como vemos, nada que ver con lo bello o el arte, sino por el conocimiento a través de la percepción (Manzano 1999), de ahí que el título de este primer encuentro sea Filosofía de la Música en la Antigüedad Griega.

Lo que sí hicieron los griegos, cuando hablaban de música, fue utilizarla como un recurso metafórico que abarcaba la armonía a todos los niveles; desde la armonía cósmica a la armonía del alma, desde la armonía de las cuerdas a la armonía en la educación de los ciudadanos griegos.

Los primeros en utilizarlo fueron los presocráticos, en la época arcaica (800-500 a.C.), al intentar entender el mundo que les rodeaba a través de esa percepción desde los sentidos dejando de lado el recurso de los mitos, utilizados durante generaciones. Estos mitos, recogidos por Hesíodo y Homero, eran la base de la educación de los ciudadanos, la base de su estructura social,  política y religiosa.

El fragmento que vamos a leer de Hesíodo (VIII a.C.) es de su obra La Teogonía, donde nos da noticia del origen del mundo y de los dioses, que en perpetuas luchas acaba con el triunfo de Zeus y con ello con la instauración de un orden moral (Hesiodo 1993). El análisis de la obra, hecha por filósofos, pasa por alto algo que los músicos no podemos evitar señalar. El comienzo de la Teogonía, el inicio de la religión griega, es:

Empecemos a cantar invocando a las Musas Helicónides, que habitan el gran sacro monte Helicón y danzan con sus tiernos pies alrededor de la violácea fuente y del ara del prepotente Cronion. (Hesíodo 1986, 9)

Claro que hacemos trampa por nuestra parte al traducir ese “cantar” con nuestro cantar, ya sea en la ducha o en el Teatro Real. Para los griegos cantar es sinónimo de recitar, pero no perdamos de vista que el ἀοιδός (aedo), el poeta, es músico también porque se acompaña de la lira y su recitado está lleno de giros melódicos y acentos rítmicos. Lo significativo de este párrafo es que las Musas son las encargadas de encender la chispa del aedo o, lo que es lo mismo, inspirar al afortunado mortal que ha sido elegido para cantar/contar las historias a los griegos. Y no solo eso, estas Musas también bailan, en ese inicio vital de la Teogonía, ellas bailan.

Homero (VIII a.C) será el gran cantor de la época arcaica, la Iliada y la Odisea han sido objeto de revisiones artísticas hasta nuestros días. También escribió lo que se conoce como Himnos homéricos y quizás una parodia de la Iliada con el nombre La guerra de las ranas y los ratones. Las referencias musicales en su obra señalan la función de esta en la educación, en el ocio y el conocimiento de la moral. Como veremos en el texto seleccionado de la Odisea (Canto VIII), Homero hace referencia a la función del aedo ya mencionado, poeta/músico profesional, con un repertorio aprendido y acompañado de su lira. Con su canto se hace presente la evocación y la catarsis en quién lo escucha.

El término μουσική (mousiké), que alude al arte de las Musas antes mencionadas, no tiene un significado uniforme en el pensamiento griego. Hasta los himnos homéricos hay una gran ambigüedad en su traducción; a partir de Aristóteles se emplea casi como sinónimo de poesía, pero dentro del conjunto de danza, música y gimnasia. Vemos claramente el curriculum de la educación en tiempos de la época clásica. En la Iliada también aparece la música, junto con las otras disciplinas, como esenciales en la educación de la clase aristocrática. Pero como todo lo que forma parte de la educación, debe seguir una estructura y cumplir unas normas, sociales, éticas, religiosas… De ahí el término νόμοi (nomoi), que en el ámbito musical traducimos como las melodías establecidas (Fubini 2020) .

Terpandro, el poeta Alcman, Platón, Aristóteles, Pseudo Plutargo harán referencia a estos νόμοi. Este término será fundamental no solo en la edad Antigua, sino en todas las épocas hasta el siglo XXI. Romper o no romper los νόμοi, enseñar u olvidar los νόμοi, escribirlos en piedra o en agua. La estética, no solo la musical, se ha hecho esta pregunta desde que Terpandro acuñara el término ley en lo que ahora llamamos arte.

Para los griegos esa ley musical iba unida a un modo determinado y este a un ἦθος (ethos) concreto o a una situación emotiva específica. Para conseguirlo debía ser interpretado con un instrumento cuyas cuerdas respetaran la ley, y en cuyas composiciones no se mezclaran ritmos ni modos (Fubini 2020).

Terminemos este primer ensayo con el pensamiento que servirá de puente entre la época arcaica y la clásica. Me refiero a la escuela pitagórica. Pitágoras no dejó ningún documento escrito, por lo que su pensamiento fue utilizado y difundido por sus discípulos, los pitagóricos.

Pitágoras consiguió medir numéricamente el sonido relacionándolo con el movimiento de todos los cuerpos, incluyendo los astros. A partir de las matemáticas articula una cosmogonía y el concepto de armonía. La música será el centro de todo este entramado, expresando del modo más tangible y claro la naturaleza de la armonía universal (Fubini 2020).

Astros en movimiento-armonía cósmica-armonía en el alma-catarsis-purificación del alma. No es difícil adivinar que ya tenemos una ética servida en bandeja para los platónicos, aunque pasando primero por Damón (V a.C). Este, sin que tengamos tampoco sus escritos, fue un personaje muy citado y muy influyente en el pensamiento de su época y de épocas posteriores. Su programa moralista y pedagógico con respecto a la música nos avisa de los peligros de la innovación musical, con un poder tal que podía hacer tambalear los cimientos del estado, que no es poca cosa.

Por Nerea Rodríguez para Estética y Filosofía de la Música, RCSMM.

 

Bibliografía

Fubini, Enrico. La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX. Madrid: Alianza Música, 2020.

García, Guillermo. «Las lenguas de las musas: acerca de lengua, música y poesía en la Grecia.» Editado por Sociedad de Etnomusicología. Cuadernos de etnomusicología, 10 Agosto, 2011: 109-129.

Hesíodo. La teogonía. Barcelona: Teorema, 1986.

Hesiodo. Teogonía. Trabajos y días. Escudo.Certamen. Madrid: Alianza, 1993.

Mandolini, Ricardo. «La Mímesis como arte- Primera parte: Hermenéutica.» Panambí, nº 12 (2021): 41-51.

Mandolini, Ricardo. «La Mímesis como arte- Segunda parte: Heurística.» Panambí, nº 12 (2021): 53-63.

Manzano, Julia. De la estética romántica a la era del impudor. Barcelona: Horsori, 1999.

Redondo Reyes, P. y Pérez Cartagena, F. J. «La música en la Antigua Grecia.» Editado por Universidad de Murcia. Vínculos de Historia, nº10 10 (2021): pp. 38-51.

Tatarkiewicz, Wladyslaw. Historia de seis ideas. Traducido por Francisco Rodríguez Marín. Madrid: Tecnos, 1996.

Trías, Eugenio. El canto de las sirenas. Barcelona: Círculo de lectores, 2012.